El Congreso brasileño aprobó el proyecto de ley que autoriza la creación de tiendas libres de impuestos (free shops) en las ciudades fronterizas, por lo que solo resta la sanción de la presidenta Dilma Rousseff.
Por la baja actividad del comercio en la frontera brasileña, el proyecto busca beneficiar a 28 municipios de nueve estados que están geográficamente opuestos a ciudades "gemelas" de países vecinos y sufren por su competencia. Con la exención de impuestos se busca estimular el consumo interno.
Con ese criterio, el Ministerio de Integración Nacional deberá identificar las ciudades a lo largo de la frontera que estarán autorizadas a instalar estas tiendas.
Así se extendería el régimen aduanero propio de las zonas primarias de puertos y aeropuertos para ventas en viajes internacionales con llegada, salida o tránsito de Brasil. El texto deja librado a la reglamentación qué mercaderías podrán comercializarse.
El estado Río Grande do Sul es el más afectado por las ciudades vecinas que ya operan franco con diez localidades de Argentina y Uruguay.
El sector de free shops en Uruguay registró mercadería en tránsito en los Depósitos Fiscales Únicos para comercializar en la frontera con Brasil por US$ 364 millones en 2011, un 19,3% más que en 2010, según datos de la Cámara de Empresarios de Free Shops del Uruguay a los que accedió El País.
A su vez, el sector es cada vez más atractivo para empreas internacionales. Además de las cadenas Neutral y DFA, hay dos instalándose a lo largo de la frontera actualmente: Wisa y Saint Honoré.
El martes, la Cámara de Representantes de Brasil aprobó los cambios que habían sido realizados por el Senado, informaron varios medios brasileños. Las modificaciones habían incorporado penas de prisión de uno a tres años o una multa para los jefes de las agencias gubernamentales que directa o indirectamente realizaran de forma deliberada compraran productos del extranjero de forma deliberada sin necesidad de registro en la guía de importación o documento equivalente.
El proyecto se había aprobado en el Senado una semana atrás, luego de que su discusión estuviera retrasada por falta de acuerdo, ante algunos legisladores que veían dificultades para que el mecanismo tuviera un control eficaz. Finalmente, el miércoles se votó por unanimidad con cambios que procuraron evitar o impedir el fraude.
El Ministerio de Economía y Finanzas y la Dirección Nacional de Aduanas monitorean de cerca el tema y los impactos que puedan generar a los negocios ubicados en la frontera del país, especialmente con Brasil, dado el impacto que estos tienen sobre la generación de puestos de trabajo.
Fuente: El Pais - 20/09/2012
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